Angel Exojo Sánchez-Cruzado
Un artista de la tierra y todo un genio creativo e inquieto que escapa a cualquier convencionalismo. Así es Pedro S. Morillo, un ‘quijote’ de la pintura y de la escultura, cuya creatividad no entiende de límites.
Y es que el arte de este pedroteño afincado en Madrid posee una identidad propia y una fuerza desmedida que cautiva a críticos, engancha a expertos en arte y sorprende a quienes, sin tener grandes conocimientos en la materia, se asoman al balcón de sensaciones que transmiten sus cuadros y esculturas, dejándose llevar por originales pinceladas que constituyen todo un festín de colorido e imágenes.
La frescura, la espontaneidad, el desparpajo y la creatividad desmedida, junto al acierto que demuestra mezclando trazos, colores, texturas y conceptos, hacen de él un artista en letras mayúsculas, pero si a este apetitoso cóctel artístico le añadimos otros ingredientes de su carácter como la sencillez, la cercanía, la valentía, el carisma y la solidaridad, el resultado final es un ser humano excepcional.
En una época en la que tanto se cuestionan los valores, es importante ensalzar no sólo la obra de este maestro de los pinceles y de la escultura, sino también lo que representa. Porque Pedro S. Morillo, es un ejemplo de lucha, de tesón y de esfuerzo, pero además es la prueba real de que los sueños se pueden conseguir a base de trabajo, de dedicación y de superación.
Ese niño que jugueteaba felizmente con sus amigos en las calles y plazas de Pedro Muñoz hoy es uno de nuestros artistas más destacados y con mayor proyección internacional. Un hombre respetado en el mundo de la cultura, que lleva el nombre de Pedro Muñoz, de La Mancha y de Ciudad Real por todo el globo terráqueo. Un hombre de mente inquieta que no olvida sus raíces.
Ángel Exojo Sánchez-Cruzado
Diputado provincial de Ciudad Real
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